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DEJEMOS LAS COSAS CLARAS SOBRE EL AZÚCAR


Porque no todos los azúcares son iguales, ni nos afectan igual metabólicamente, vamos a aclarar un par de cosas. Porque parece que ¡no nos estamos enterando de nada!

Es mucho el tiempo ya, el que se lleva hablando sobre el azúcar y como nos perjudica a nuestro organismo, y que hay que limitar su consumo. Según la OMS, por ejemplo, a no más de un 5% de las calorías diarias, lo que vendrían a ser, en una dieta de 2000 kcal, unos 25g al día. ¡OJO! Que eso no quiere decir que HAYA QUE CONSUMIR esa cantidad. ¡Eso es el límite! Pero no hay porque llegar a esa cantidad, ¡cuanto menos mejor!

Ahora bien, ¿son todos los azúcares iguales? Rotundamente ¡NO!

Cómo ya he dicho al principio, ni son iguales, ni actúan igual a nivel metabólico.

Lo primero de todo, decir que el azúcar no es un tóxico, ni es un veneno, pero sí tiene efectos nocivos en nuestro organismo, tanto a corto como a largo plazo.

El consumo excesivo de azúcares es el desencadenante de diversos problemas como, obesidad, grasa visceral, diabetes, caries, inflamación, hipertensión arterial…y muchas de estas patologías pueden llegar a desencadenar en una elevada probabilidad de mortalidad.

Entonces, vamos a diferenciar los distintos tipos de azúcar que nos podemos encontrar. Porque no es lo mismo tomarse una fruta que tomarse un refresco, ni tomarse un zumo que una pieza de fruta, y tampoco es lo mismo tomarse un puñado de frutas deshidratadas que tomarse un bollo. ¡LEÑE! A ver si con esta explicación que voy a dar a continuación NOS ENTRA YA EN LA CABEZA.

El azúcar está presente en la naturaleza, y nos la podemos encontrar de forma natural en algunos alimentos como son las frutas y vegetales. En este caso estaríamos hablando de azúcar presente de manera natural en el alimento.

Luego tendríamos lo que son los azúcares libres, y los azúcares añadidos.

Un azúcar libre, es aquel al que se le ha desprendido de su matriz. Es decir, ese azúcar ya está libre, no se encuentra atrapado en su matriz de origen como podía ser una manzana, o una judía verde.

Por diversos procesos, como puede ser un machacado, exprimido, licuado… se ha separado ese azúcar de su matriz de origen, y por tanto, ha pasado a ser un azúcar libre. Pero un azúcar libre, NO TIENE POR QUÉ SER UN AZÚCAR AÑADIDO, aunque van a actuar igual (pero eso ahora lo veremos).

Un azúcar añadido, como su propio nombre indica, es un azúcar que se añade intencionadamente a un alimento que de por sí no tiene azúcar (pizzas, panes, bollería, precocinados, salsas...En general todos los procesados). El azúcar añadido SIEMPRE VA A SER UN AZÚCAR LIBRE.

¿QUÉ PASA EN NUESTRO ORGANISMO CUANDO TOMAMOS AZÚCARES LIBRES?

Estos azúcares, al estar libres, pasan directamente a nuestro torrente sanguíneo, elevando nuestra glucemia (azúcar en sangre), lo que se puede traducir en un “chute de azúcar”. Para bajar esta cantidad de azúcar, tiene que actuar la insulina, transformando ese exceso de azúcar en grasa (va a hacer que acumulemos grasa).

Sin embargo, cuando consumimos un azúcar presente de forma natural en un alimento, una fruta por ejemplo, éste azúcar, al encontrarse atrapado en su matriz de origen, se absorbe de manera mucho más lenta. No creamos esos picos de glucemia en sangre, por tanto, la insulina no tiene que actuar para bajarlos. (No acumulamos grasa, nos va proporcionando energía poco a poco para poder cumplir nuestras funciones diarias)

Además al tomar una fruta o vegetal entero, la densidad de nutrientes que estamos ingiriendo (fibra, vitaminas, minerales), es mucho mayor que su cantidad de azúcar. Por otro lado, al consumir la pieza entera, al tener que masticar esta fibra, aparte de hacer que la absorción de azúcar sea más lenta, también nos ayuda a la hora de sentirnos saciados.

Vamos a resolver las cuestiones del principio:

“no es lo mismo tomarse una fruta que tomarse un refresco”

¡OBVIAMENTE! Por mucho que la fruta tenga azúcar, a nivel global, el valor nutricional de una fruta es mucho mayor. Nos aporta fibra, vitaminas y minerales, lo que hace de ella un ¡ALIMENTO EXCEPCIONAL! A parte de que estaríamos hablando de azúcar presente de forma natural.

Sin embargo, el refresco es agua y azúcar añadido, vamos, ¡MIERDA QUE TE METES PARA EL CUERPO!

“No es lo mismo un zumo que una pieza de fruta”

Con esta frase hay mucha discusión, jajaja!

Pues ¡NO! ¡CLARO QUE NO ES LO MISMO! Un zumo viene a ser lo mismo que un refresco. SÍ, SÍ, HABÉIS OÍDO BIEN, ¡LO MISMO! Agua con azúcar libre.

Hemos extraído el azúcar de su matriz (la fruta), por lo que estamos tomando simplemente el agua con el azúcar. Y nos hemos olvidado de la fibra. Además que en un zumo te puedes llegar a beber 5 frutas (más cantidad de azúcar), ¿¿¿quién se come 5 frutas de una sentada??? Vale, habrá alguno…..Pero no es ¡LO NORMAL!

“No es lo mismo tomarse un puñado de frutas deshidratadas que un bollo”

Jajaja! Esta me encanta! ¿En serio creéis que un bollo puede ser mejor opción que unas pasas, unos orejones, o unos dátiles? Ah! claro! “Es que las frutas deshidratadas tienen mucho azúcar”, “es que según el valor nutricional tiene menos azúcar el bollo que los dátiles, u orejones”

Las frutas deshidratadas tienen azúcar de forma natural, además nos proporcionan buena cantidad de fibra y nutrientes. Por el contrario el bollo lo único que nos aporta es azúcar libre (chute de azúcar para nuestras arterias), harinas refinadas y grasas industriales!! Vamos, ¡OTRA MIERDA MÁS!

En resumen, más alimentos de verdad y menos empaquetados (más mercado y menos supermercado) ¡LEÑE! Vuestras arterias os lo agradecerán, lo juro.


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