¡Ya huele a Navidad! ¡Ya huele a CASTAÑAS!

Que la navidad ya esta aquí creo que es algo de lo que todos nos hemos dado cuenta ya, no hay más que salir a la calle y ver todas las luces navideñas, o encender la tele y ver la cantidad de anuncios de juguetes, y como no, el tan esperado anuncio de la lotería, o abrir el buzón y encontrarse el catalogo de juguetes...

Y es que, en estas fechas, si hay un olor característico que inunda las calles, ese es el de ¡LAS CASTAÑAS! Sí porque cuando llega la Navidad, y con ella el frío, las calles se inundan de puestecitos, con su característico brasero de castañas asadas, que nos dejan ese maravilloso olor al que muy poca gente puede resistirse.

Por que, ¡no me digáis que no!, es olerlo y ya estar pensando en ese cucurucho de papel de periódico lleno de castañas, que a la vez que nos lo comemos nos sirve para calentarnos las manos en estos días tan fríos!

¿Y si encima os digo que no tenéis que sentiros culpables, ni sentir ningún tipo de remordimiento por comerlas? ¿mola, verdad? Mola aún mas ¿a que si?

Pues que sepáis que las castañas son una opción muy sana para esos tentempiés mientras estamos de paseo, o como merienda, o ¿porque no? Como postre o desayuno. Aparte de la cantidad de platos en las que se pueden incluir.

La castaña es un fruto seco muy rico en hidratos de carbono complejos y bajo en grasas.

Los hidratos de carbono complejos se absorben lentamente, por lo que no producen subidas rápidas de glucosa en sangre, manteniendo así los niveles de azúcar equilibrados y a raya. Al absorberse lentamente, también tardaremos más en tener hambre otra vez, nos sentiremos saciados por más tiempo.

Debido a su bajo contenido en grasa, y que casi en 50% de su peso es agua, se convierte en uno de los frutos secos con menor valor calórico. Por lo que, os vuelvo a repetir, es una opción muy buena para calmar el hambre entre horas, sobre todo en estos días tan fríos mientras uno pasea por la calle.

Y por si fuera poco, también nos aportan fibra; minerales como fósforo, y magnesio y potasio en menor cantidad; y vitaminas del grupo B.

¡Ale todo el mundo a disfrutar de la navidad con el correspondiente cucurucho de castañas entre las manos!